Este texto ofrece un estudio de las transformaciones económicas, políticas y culturales en un lugar que se ha convertido en uno de los puntos de mayor concentración de tráfico de drogas y migración ilegal. Brinda también otra manera de pensar el fenómeno de la frontera México-Estados Unidos y el conjunto de procesos que llamamos globalización.
La intención de este libro es estimular e impulsar el trabajo de los estudiantes divulgándolo más allá de las aulas. La calidad de los ensayos, cuentos y crónicas que se reúnen en este volumen ofrecen al lector múltiples enfoques y aproximaciones a la realidad que, desde la visión de los jóvenes, parece compleja pero no por eso es inexplicable. Recorrer las páginas de Calidoscopio es refrescar la mirada para acercarse a los problemas de la ciudad de México, a la búsqueda de identidad del mexicano, a la historia de nuestro país, al desarrollo de la democracia en América Latina e incluso asomarse a las diversiones juveniles, desde el análisis optimista, aunque no por ello carente de rigor, de quienes ejercerán el liderazgo en los próximos años.
Ensayando la historia busca renovar la vigencia de la Historia en las nuevas generaciones. La historia proporciona un conocimiento analítico pero también reflexivo sobre los asuntos de la humanidad y del individuo especialmente porque dota al presente con la perspectiva del pasado y ayuda a su comprensión al interior y a lo largo del tiempo.
La historia es pensamiento y escritura, es comunicación y acción; también lo es la enseñanza y el aprendizaje; actos sociales por excelencia. Los historiadores fundamentalmente reconstruyen un pasado desconocido; lo (re)crean por medio de la investigación de datos rigurosos en archivos, bibliotecas y pinacotecas, pero lo complementan con la imaginación, las presuposiciones, preocupaciones y ambiciones. Por esto, la historia también es creación. El hacer historia es un trabajo humano, parecido en sus placeres y en sus conflictos a las otras actividades humanas. Por esto, sobre todo, la historia es vivencia y placer porque nos obliga a pensar.