En México, las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo han sido históricamente percibidas como la sumisión, originando el mito de un Congreso débil, subordinado a los intereses del presidente en turno. En esta obra los diversos especialistas de las ciencias sociales y las humanidades desmienten esa creencia generalizada y presentan un panorama de las relaciones entre los poderes, Desde la república restaurada hasta nuestros días, analizando los gobiernos divididos o sin mayoría y la posibilidad de una parálisis gubernamental. Este libro presenta un parteaguas en la investigación política de México, y aparece en una coyuntura peculiar: Tras la alternancia democrática del Poder Ejecutivo y en un momento de evidentes dificultades entre la figura presidencial y las dos Cámaras del Legislativo, hecho inédito en la historia política mexicana.